Policía y necesidades sociales
La policía puede ser entendida como una instancia de control social dotada de poder coactivo inmediato, encargada primordialmente de individualizar, detectar al autor, restringir y/o prevenir conductas jurídicamente inaceptables (Gabaldón, Birkbeck y Bettiol, 1990, 22). Forma parte del sistema de justicia penal, compartiendo con otras instancias de dicho sistema las actividades tendentes al control delictivo.
Aunque existe una presión continua sobre la policía para responder a las demandas de seguridad, los datos obtenidos por encuestadoras no oficiales revelan que la población victimizada considera que la policía y el sistema de justicia no tienen respuestas eficientes y eficaces ante el problema de la victimización de los venezolanos.
Cabe preguntar si este problema puede ser encuadrado dentro de las discusiones de las políticas sociales, y si es factible la relación con la calidad de vida de la población. Si la respuesta es afirmativa en mi opinión no habría dudas en que el tema de la seguridad ciudadana, seria un indicador para medir la calidad de vida de los venezolanos. De esta manera debería contribuir con el diseño e implementación de políticas públicas de seguridad. El incremento notable de la criminalidad pareciera sugerir que la eficacia, eficiencia y equidad de las políticas en materia de seguridad no funcionan adecuadamente, si bien el tema de la seguridad es una necesidad ciudadana, de carácter público y así se plantea en el artículo 55 de la Constitución Nacional (Venezuela, 2000). Por otra parte, la inseguridad personal pareciera afectar la calidad de vida, la libertad y las oportunidades sociales (Arraigada, 2002).
En la actualidad el tema de la seguridad requiere un diagnóstico en cuanto a cuáles son las necesidades y las expectativas de los ciudadanos. La participación ciudadana en los programas de seguridad personal es muy importante, si se entiende al ciudadano en condición de usuario de las instancias formales como la policía, que deberían estar al alcance de todos, con criterios de universalidad, eficacia, eficiencia y equidad.
Por otra parte, es pertinente evaluar la respuesta de la policía frente a las demandas ciudadanas sobre seguridad. La literatura sobre necesidades sociales destaca la relación entre el ciudadano y Estado como un aspecto importante cuando se trata de políticas sociales. El ciudadano es un cliente permanente del Estado (Lynn, 2000, 168) y, en un supuesto ideal, debe creer en la efectividad de las instituciones formales. Éstas deberían atender los problemas sociales, sobre todo en el contexto latinoamericano, donde las Constituciones políticas han incorporado, recientemente, la seguridad como un derecho general de la población.
La minimización de la desconfianza frente a las instancias formales de control social es necesaria. De lo contrario se permite la ocupación de espacios por parte de instancias privadas sustitutivas de control social que no responden con criterios de amplitud y equidad ante las necesidades sociales.
http://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1315-64112009000100003
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